La vida es como el equilibrista de circo. Cuando eres joven no te da miedo, coges la vara y hacia adelante. A comerte el mundo. Luego, conforme adquieres compromisos la vara pesa más, necesitas que el cable sea más grueso y que haya una red debajo. Pero eso lo haces a costa de renunciar a ciertas libertades y a alguno de tus sueños. Entonces tienes que llegar a un pacto. Un pacto entre lo que eres, lo que siempre has soñado ser y lo que realmente puedes llegar a ser.
domingo, 27 de abril de 2014
pagar la pena
viernes, 18 de abril de 2014
para contarla
La vida esta ahí para quien quiera alcanzarla. Sólo hay que ir a por ella y saborearla, paso a paso, beso a beso, trago a trago -también los amargos-. Y atreverse a mirar -aunque no siempre sea agradable-. Y atreverse a sentir -aunque casi nunca sea razonable-. Y atreverse a vivir, aunque sólo sea para contarla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)