viernes, 8 de febrero de 2013

la cobardía


Me cansé de ser cobarde. De morderme y de callarme. De rehuir los conflictos y de poner cara amable. De ofrecer la otra mejilla y de ser imperturbable. De darme la vuelta a esperar a que los problemas se marchen...

Me cansé de no mirar. De esconderme y avergonzarme. Me cansé de ser avestruz. De no saber y no preguntarme. De ser blando y pusilánime, mientras te veo alejarte. Me cansé de no hacer nada. De esperar y resignarme.

Si me equivoco, quiero ser el responsable. Quiero ser protagonista de mis errores. Quiero caer y levantarme. Aunque ser cobarde tiene algunas ventajas. Los cobardes, dicen, son los que escriben la historia. Sobreviven a las guerras porque no van al campo de batalla.

Hay cobardías bastante peores. Como no saber qué decir y no querer dar la cara. Como evitar las preguntas detrás de una ridícula pantalla. Cobardía es ocultarse en el despacho y no querer ver el drama. Cobardía es no mirar a los ojos y despedir a distancia. Cuánto cobarde. Y cuanta rata de cloaca.


PD: Per a tots els companys de RTVV afectats per l'ERO. Ànims, força i dignitat!

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