Me dan pena los incultos. Los que lo son voluntarios. Los brutos. Los que ni saben ni quieren. Y se confunden en la masa, en la noche y en la penumbra. Los que se esconden y atacan, y los que no entienden que ni los colores ni las banderas tienen tanta importancia...
Podría decir que hay días que me avergüenzo de mi pueblo -por un nuevo ataque en Burjassot a la estatua del poeta Vicent Andrés Estellés-. Pero no. No me avergüenzo. Me reafirmo. Me dan pena los incultos. Y los burros. Pobres de ellos. Bastante condena arrastran.
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¿Qué ha pasado
en el orden inaugural de la mañana?
¿Quién ha ordenado sustraer a la ciudad
la presencia de los versos?
Al pisar la mañana
y no poder sonreír a su sonrisa,
he perdido el control del día.
Un gorrión, no sé dónde, dice palabras.
Los cipreses asumen la admiración de la sorpresa.
Los jacarandas han sembrado
de flores violetas el paseo.
La gente acude a sus menesteres
y arrastra incertidumbre en su silencio.
¿Dónde está Vicent?
¿Dónde, la plaza?
Una voz municipal me dice
que ha entrado, de nuevo, en el taller:
esta vez, le han roto las gafas y la pluma.
Sin pluma y sin gafas -poseu-me les ulleres-,
Estellés es imposible.
Es incómodo, sí, ser poeta.
Sobre todo, ser poeta
que asume con dolor la indiferencia.
Antonio M. Herrera
(A ras de suelo)
Es una lástima, hay quien sólo tiene una franja azul por cerebro. Siempre he pensado que los nacionalismos no son mas que uno de los argumentos baratos de las clases dominantes para excusar sus acciones y tener al personal mareado y dividido. Todos debemos tener señas de indentidad, pero cuando estas sobrepasaban a nuestros valores algo estamos haciendo mal... :(
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Hay batallas menores que sirven para distraer de las grandes guerras.
EliminarNo es el mismo tema, pero se puede aplicar lo de "atrapados en azul" . Analfaburros.
ResponderEliminarAtrapados en el pasado y en lo accesorio y no en lo importante
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