Me enervan las políticas. Las de aquellos que no hacen nada. Los que nos dejan al designio de los mercados - esos que nos devoran y nos maltratan. Avariciosos. Egoístas. Inhumanos-. Los que nos hurtan nuestro dinero y nuestros derechos. Los que nos obligan a obsesionarnos en una prima de riesgo ficticia y adulterada. Qué paradoja!, ahora está relativamente baja. Pero hay seis millones de personas a las que no sé si les importa.
Hay otros medidores más serios que casi nunca salen en los medios. El Coeficiente Gini por ejemplo. Mide entre 0 y 1 el reparto de ingresos de una sociedad. Es recomendable un Coeficiente Gini bajo si se pretende un equilibrio entre el libre mercado, el desarrollo económico y el bienestar de la sociedad. En España ha aumentado. Mucho más que ningún otro país europeo. Del 0,31 al 0,34. Cada vez más lejos de Luxemburgo, Bélgica y Alemania. Cada vez más cerca del 0,40 que marca el límite de la desigualdad tolerable.
A eso nos está llevando la austeridad. A las desigualdades. A la miseria. A la desesperación. Al hambre. A la calle, como vivienda y como camino. A las protestas descontroladas. A rodear al Congreso o a los escraches. Que, es verdad, no son el método mas democrático, pero es una forma desesperada de exigir soluciones reales. A gritos. A ladridos a falta de los mordiscos.
Porque sólo con la austeridad no vale. Lo argumenta Susan George en El Informe Lugano II. Con datos, con cifras, con preguntas y con reflexiones. Muy recomendable.
“Según célebres economistas como los Premios Nobel Paul Krugman y Joseph Stiglitz, quienes elaboran esas políticas de austeridad son de una estupidez incorregible, no saben nada de economía y se precipitan hacia el suicido económico”
“O los líderes europeos no entienden de economía (…) o siguen directamente los dictados del capital (…) saben que las políticas de austeridad provocarán sufrimiento al ser humano y perjudicarán el conjunto de la economía. Pero han decidido pagar el precio y atacar de frente los progresos materiales y sociales obtenidos por los trabajadores en la última mitad de siglo”.
"Los acontecimientos que se están desarrollando en los países periféricos de Europa prefiguran la que nos espera: estos países se configuran ahora como grandes laboratorios. La austeridad y el desempleo que inyectan pretenden demostrar a la autoridades europeas la dosis de castigo que las ratas de laboratorio pueden soportar"
Desgraciadamente, esas ratas somos nosotros.
Sr. Naya hay que encontrar un término medio. Si pensamos únicamente como Adam Smith (creador de la economía clásica), creyendo en el libre mercado, la mala conciencia de la gente en general, y el individualismo que todos tenemos, nos abocaría al desastre.
ResponderEliminarCreo realmente que los políticos son un "mal necesario". Pero al fin, si analizamos las políticas, todas, izquierdas y derechas, al final, se pervierten y acaban presos de sus compromisos. Hasta los partidos más minoritarios cuando llegan a tener una mínima resppnsabilidad real.
No sé si todos los escrachistas, entonan su mea culpa particular, o cualquiera de nosotros, entonando un mea culpa particular e intentamos cambiar en los básico, antes de apuntar arriba del todo, que no por ser justo, no deja de ser la más fácil.
Si todos fueramos consecuentos, otro gallo cantaría.
El paro es un drama, una canallada, que todos vivimos de cerca y confio realmente en que dentro de unos meses, veamos la situación de otra manera.
En definitiva, creo que no hay ningún método perfecto, pero también pienso que debemos cambiar el modelo, desde lo básico, para no desandar lo que hemos ya superado.
El problema sr Llopis es precísamente que quieren que desandemos lo ya superado y lo ya conseguido en relación a los derechos sociales y laborales.
EliminarUna de las cosas que explica Susan George en "El Informe Lugano II" es que la crisis y la austeridad con la que se pretende afrontar la crisis son una consecuencia del cambio de paradigma que se está produciendo, la transición del Modelo Ilustrado (donde todos los ciudaddanos deben disfrutar de los mismos derechos y obligaciones, independientemente de origen)al Modelo Elitista/Económico Neoliberal.