Cuando
vienen mal dadas es cuando de verdad se ve como eres. Como somos. Como
respondes, como sientes, como defiendes lo que tienes. Como atacas -como arañas
si hace falta-. Como compartes, como entregas, como ayudas. O como engañas,
como difamas y como abarcas como un sátrapa...
La vida es como el equilibrista de circo. Cuando eres joven no te da miedo, coges la vara y hacia adelante. A comerte el mundo. Luego, conforme adquieres compromisos la vara pesa más, necesitas que el cable sea más grueso y que haya una red debajo. Pero eso lo haces a costa de renunciar a ciertas libertades y a alguno de tus sueños. Entonces tienes que llegar a un pacto. Un pacto entre lo que eres, lo que siempre has soñado ser y lo que realmente puedes llegar a ser.
martes, 15 de octubre de 2013
martes, 1 de octubre de 2013
una pizca de sal
De
vez en cuando se te aparece un trozo de vida. Sin darte apenas cuenta, entre
rutina y rutina. Se asoma, sin querer, por el bolsillo. Como un aviso, como una
pequeña señal, como un recordatorio de que está ahí, al alcance de la mano, esperando
a que la atrapes. Esperando a que le eches sal, aunque sea solo una pizca...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)