domingo, 30 de junio de 2013

malos principios


La vida es un cúmulo de oportunidades y obstáculos. De esfuerzos y recompensas. De satisfacciones y penas. De azar y suerte. Buena y mala. A partes desiguales, sin proporción lógica aparente. Nunca sabes cuando te va a alcanzar la cara amarga. A veces mejor pronto que tarde...

Es lo que se desean, según la tradición, los gitanos: “malos principios”. Y no para otros, sino para sus propios hijos. Así se lo formulan en bodas, festejos o bautizos. Entienden que si cada uno tiene una cuota de mala suerte distribuida a lo largo de la vida, mejor que llegue cuanto antes. 

Para que te coja con fuerzas. Para poder rehacerte. Para poder rectificar. Para poder sobreponerte. Para darle la vuelta a la situación. Y no resignarte. Para reaccionar y poder levantarte. Aunque a veces parezca imposible. Aunque a veces llueva. Aunque a veces truene.

Nadie dijo que “vivir” –que no transitar- fuera fácil. Aunque a veces sople de cara, te lo creas y te confundas. Y corras el riesgo de ceder a la inercia. De caer en la autocomplacencia. De bajar la guardia.

No puedes elegir tu suerte. Sí puedes elegir la forma de buscarla o esperarla. Ahora, si pudiera escoger, lo tengo claro: Malos principios. Y buenos finales. 


2 comentarios:

  1. It's just the end of the beginnin' or the beginni' of the end... https://www.youtube.com/watch?v=tZ447iQXq7Y

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