La vida es un cúmulo de oportunidades y
obstáculos. De esfuerzos y recompensas. De satisfacciones y penas. De azar y
suerte. Buena y mala. A partes desiguales, sin proporción lógica aparente.
Nunca sabes cuando te va a alcanzar la cara amarga. A veces mejor pronto que
tarde...
Es lo que se desean, según la tradición, los
gitanos: “malos principios”. Y no para otros, sino para sus propios hijos. Así
se lo formulan en bodas, festejos o bautizos. Entienden que si cada uno tiene
una cuota de mala suerte distribuida a lo largo de la vida, mejor que llegue
cuanto antes.
Para que te coja con fuerzas. Para poder rehacerte. Para poder
rectificar. Para poder sobreponerte. Para darle la vuelta a la situación. Y no
resignarte. Para reaccionar y poder levantarte. Aunque a veces parezca
imposible. Aunque a veces llueva. Aunque a veces truene.
Nadie dijo que “vivir” –que no transitar-
fuera fácil. Aunque a veces sople de cara, te lo creas y te confundas. Y corras
el riesgo de ceder a la inercia. De caer en la autocomplacencia. De bajar la
guardia.
No puedes elegir tu suerte. Sí puedes elegir la
forma de buscarla o esperarla. Ahora, si pudiera escoger, lo tengo claro: Malos
principios. Y buenos finales.
It's just the end of the beginnin' or the beginni' of the end... https://www.youtube.com/watch?v=tZ447iQXq7Y
ResponderEliminarAún dando guerra los Black Sabbath...
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