lunes, 8 de abril de 2013

sin fecha de caducidad

La vida es como una contrarreloj. Una lucha -perdida- contra el tiempo, llena de obstáculos, alegrías y lamentos. Cargada de errores y algunos aciertos. Cada día que pasa estamos más cerca del final. Cada hora, cada minuto, cada segundo. El reto es aprender a sacarle el jugo. Y saborearlo...

Nacemos con fecha de caducidad - incierta, en todo caso-. Aunque lo queramos obviar llenando nuestra cabeza de planes, proyectos y de pagos aplazados. Nos encanta imaginarnos en un futuro que nadie tiene garantizado. Nunca sabes si detrás de la próxima esquina te espera un fundido a negro.

A veces me gustaría tener la certeza del día y la hora en que llegará la sentencia. Ser como un yogur, con un final ya marcado -aunque ahora lo cambie Arias Cañete, con intereses comerciales más que sanitarios-. Para saber lo que me queda. Para saber a que me atengo y ser consciente de las reglas del juego. Para preparar la despedida. Las despedidas. Para disfrutar cada momento. Y dejar de perder el tiempo.

Luego me arrepiento. Prefiero la incertidumbre. Y las dudas. Y los finales abiertos. Ser como un yogur, pero caducado. Que nunca sabes si está bueno o si está malo.  




“…lo mejor que podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures. Así sabríamos de antemano cuál es la fecha del final y no perderíamos el tiempo con inseguridades, sospechas, ni discusiones... Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo… 
Aunque, si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad, es que nos permite seguir soñando con que, ésta vez sí, ese yogur pueda conservarse para siempre…”


5 comentarios:

  1. Para que pensar en la fecha de caudcidad si como decia mi admirado Mozart... "Afortunado el hombre que toma las cosas por el lado bueno y en todos los casos y sucesos se deja guiar por la razón. Si así lo hace, encontrara siempre la calma ante cualquier perturbación...­."

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    1. Vaya, que profundo. Y eso te lo dice Mozart mientras tocas la tuba?

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    2. No, mientras me toco los.... ;-)

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    3. ....Pies, que ya estabas pensando mal, pájaro.

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    4. Ro, esto último te ha afeado lo de antes. Con lo bonito que lo habías hecho con la cita de Mozart (que a mí me daba hasta vergüenza decir que el entrecomillado final es de una reflexión de una serie de tv "los hombres de paco").

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