domingo, 3 de marzo de 2013

la trampa

La peor trampa es la que te atrapa. La que te hace caer en ella. A pesar de ser consciente y a pesar de verla. La que te engancha y te desangra, mientras asistes inmóvil al baile hipnótico de la araña. La que te deja indefenso encerrado entre sus patas, con la sensación inerte de que ya no se puede hacer nada...

Hay que ser muy hábil para evitar la emboscada. Porque hay trampas muy elaboradas. Como desprestigiar una empresa pública, y hacerlo de tal manera, que la gente aplauda en la calle cuando la venden por piezas. Sin pararse a pensar quién decide, quién gestiona, quien ejecuta y quien negocia con los deshechos y se llena la cartera. 

Otra trampa es la que nos hace ver que, ahora, en política, nada vale nada. Nadie vale nada. Ni colores, ni banderas, ni ideologías baratas. Estamos enredados en una democracia imperfecta de sobres, escuchas y corruptelas. De injusticias, de recortes para muchos y derroches para pocos. Y de absurdas miserias. Dan ganas de enviarlo todo a la mierda.

Esa es la trampa. Esa es la estrategia. Que caigamos en la indiferencia. Del qué más da todo, del ya no vale la pena. Del agacha la cabeza y no protesta. Del bájate los pantalones y ábrete bien de piernas. Del quédate en casa que en la calle molestas. Del quédate en el sofá mirando la tele que en las urnas molestas.

Los grandes gurús alertan: “la abstención aumenta”, y analizan sesudos el delicado problema. Como si en realidad para ellos lo fuera. La abstención en España crece, y en las ultimas elecciones supera el 30%*. Lejos, en todo caso, de las cifras de EEUU*, la democracia por excelencia. Allí eligen a Barack Obama, el 41’1 % se abstiene, y nadie se altera. Allí eligen a George Bush, el 49’6 % no vota, y no se avergüenzan. EEUU marca el camino de la indiferencia. Tiempo les ha costado. Paso a paso, piedra a piedra, urna a urna casi han triplicado la abstención desde que eligieron a Lincoln en 1856 y participó el 81’2 % de los ciudadanos.

Ese es el sistema. No votas, no problema. No protestas, no problema. No te quejas, no problema. Y si te mueves, te aplico la ley de desobediencia, una ley que hoy convertiría a Ghandi en un delincuente. Es el camino de la indecencia. 

Y cada uno elige si quiere pensar o quiere caer en la trampa. Si quiere actuar o dejarse enredar en la telaraña. Si me quedo en casa porque no va cambiar nada, mientras en algunos rincones resuenan las carcajadas. 

Hasta que modifiquemos esta democracia imperfecta, y la risa y el miedo acaben cambiando de acera.


* Abstención en España:  elecciones del 2012 (31’06%). Los mayores porcentajes de abstención fueron en 1979 (31’96%) i 2000 (31’29%)

* Abstención en EEUU: Elecciones de 2012 (41’1%), 2000 (49’6%), 1996 (51%).



"Frente a los peligros que enfrentan nuestras sociedades interdependientes, es tiempo de acción, de participación, de no resignarse. Es tiempo de democracia genuina... tiempo de movilizarse, de ser actores y no sólo espectadores impasibles, progresivamente uniformizados, gregarios, obedientes..."

Sthéphane Hessel 





A la sombra de mi sombra 
                                                        me estoy haciendo un sombrero; 
sombrero de largas pajas 
que he recogido del suelo. 
lo haré con el ala ancha, 
que casi llegue hasta el cielo 
pa' muchas veces no ver 
las cosas que ver no quiero. 

                                                      No quiero ver injusticias ni miserias; 
no quiero ver militares ni princesas; 
                                                   no quiero ver dictaduras ni pobrezas; 
no quier ver religiones ricas, ni reinas. 
que sólo quiero yo ver 
a los pobres sin miseria; 
a los ricos sin dinero 
desnudos en esta tierra; 
a infinitos corazones 
unidos por el amor 
y unidos contra la guerra. 

A la sombra de mi sombra 
me estoy haciendo un sombrero 
pero voy a dejar de hacerlo
para luchar con dos huevos.

"A la sombra de mi sombra" (Extrechinato)


1 comentario:

  1. sabes lo que me ha hecho pensar tu reflexión?? Que con toda la que tenemos encima, menos mal que surgió el movimiento del 15 M; por lo menos la indignación cayó en el lado correcto... Que hubiera pasado si hubiera caido en el mismo que ha caido, por ejemplo, en Grecia con la extrema derecha????....

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