Hace una semana que se paró mi reloj. Se quedó sin pulso el jueves pasado. A las 19:35, para ser más exactos, cuando llegó el silencio después del abrazo. Y fue instintivo...
Después del portazo no hubo lágrimas, ni llantos. Ni siquiera lamentos amargos. Busqué unas pilas y se las puse a otros dos relojes de antaño que llevaban cierto tiempo parados.
Ahora suenan los tres, alto y claro. Tic tac, tic tac, tic tac. Lentos, tranquilos e imperturbables. Acompasados. Tic, tac, tic tac, tic tac. Para hacerme memoria. Y para que no vuelva a olvidarme de vivir. Ni de latir.
"...Cuantas ilusiones
traje a este mundo al revés
que perdiendo una al día
creo que aún me quedan dos o tres
Sin fe
que triste un final sin fe
ya nada se ve como es
pena le doy a la pena
pues penas coleccioné.
Ahora el reloj se paró
harto ya de correr.
Como se pasan los años
y parece que aún fue ayer..."
Los Suaves "Parece que aún fue ayer"
(Maldita sea mi suerte)
No hay comentarios:
Publicar un comentario